Javier Flores
Mientras las autoridades aún están en la búsqueda del cadáver de Liz María, la niña de apenas 9 años de edad, violada y asesinada por Starlin Francisco Santos el pasado martes, el suceso ha provocado que los dominicanos pasen recuerdos de crímenes similares ocurridos durante los últimos años.
Lo ocurrido a Liz María hace que se abran los archivos periodísticos y buscar crimines similares que demuestran que los menores de edad no estuvieron exentos del alto índice de inseguridad que azota al país, sin dejar de mencionar los casos de Emely Peguero y Carla Masiel.
Durante los últimos dos años, varios menores de edad han perdido sus vidas en sucesos cargados de violencia.
Uno de ellos ocurrió a principios del pasado año, coincidencialmente en el mismo sector donde ocurrió el hecho de Liz María.
En febrero de 2019 la muerte de Leonardo Montero, de 10 años de edad en el Ensanche Isabelita, se llevó los escaparates y las portadas de los diferentes medios de comunicación por varios días.
El martes 12 de febrero el cadáver de Montero fue encontrado quemado en su cama, con varias puñaladas y signos de violación. El victimario fue Miguel Ángel Reynoso Jiménez, quien tenía varias fichas por violación.
De acuerdo con el informe de la Policía Nacional, Reynoso Jiménez apuñaló en repetidas ocasiones al menor.
Mónica Montero, la madre de Leonardo Montero, el pequeño de nueve años asesinado de varias puñaladas, afirmó que ignoraba el historial criminal de Reynoso Jiménez.
Reynoso Jiménez se duchaba en casa de Mónica y era en esos momentos cuando tocaba al menor de edad.
“Él me lo pidió de favor y yo dije: bueno, él no va a dormir en mi casa, él no va a dormir con mi hijo, no le va a hacer nada, simplemente que pase en la mañana, se bañe y se vaya”, expresó Montero, quien augura ser una buena persona y vive haciendo favores a la gente en el sector.
Añadió que no dejaba que Reynoso durmiera o viviera en su casa, sino que, simplemente, “le hacía el favor de guardarle sus ropas, como pudo hacer con cualquier vecino”.
“Él sólo me dijo que no tenía dónde vivir, que le hiciera el favor de guardarle su ropa y que solamente iba a ir a ducharse e irse de ahí”, explicaba la madre del menor, que insistía no conocía muy bien al hombre.
Mónica asegura que si en algún momento se hubiera enterado que Reynoso Jiménez fue una vez acusado de violar a una niña, no lo hubiese dejado entrar a su vivienda.
Víctimas mortales
Entre esas tragedias, también se encuentran las niñas Nairobi Montes, de 16 años; Chanel Mari Tiburcio, de 11 y Lorianny de León de apenas un año, quienes fueron las últimas víctimas que aún no alcanzaban la mayoría de edad. Mientras que el niño Ransel Peralta fue asesinado en forma colateral durante un asalto.
El pasado 26 de abril de 2019, Chanel Mari Tiburcio murió cuando su compañera de 12 años de edad, cuyo nombre se omite por razones legales, la empujó y la hizo rodar por una calle y se golpeó la cabeza contra el pavimento, de acuerdo a testigos del hecho ocurrido en el sector Los Girasoles, en el Distrito Nacional.
El informe policial indica que un joven de 18 años vio a Chanel en mal estado y la condujo hasta su casa donde vomitó sangre, perdió el conocimiento y posteriormente murió cuando recibía atenciones médicas.
Las dos adolescentes cursaban el quinto año de primaria en la escuela profesor Julián Amparo.
El primero de septiembre, la joven Nairobi Montes de 15 años fue ahogada por un joven de 16 años mientras estaban en una piscina.
Métodos crueles
Se hizo viral en las redes sociales el video donde se ve al joven lanzar en varias ocasiones a Nairobi a una piscina y luego subirse encima de ella hasta ahogarla.
El incidente ocurrió el domingo primero de septiembre en una piscina ubicada en el sector de Vista Linda en Pantoja, en Santo Domingo Oeste, donde la menor celebraba su cumpleaños número 15.
Nairobi Montés fue enterrada días después en el cementerio Cristo Redentor.
Ya en la tarde del domingo 16 de noviembre, Lorianni León, una niña de un año y siete meses de edad, fue encontrada muerta en el interior de una cisterna, luego de que presuntamente fuera lanzada por una adolescente.
Daño colateral
Las circunstancias en que murió Ransel Peralta la noche del miércoles 18 de septiembre, hacen que la misma no sea catalogada como un homicidio.
El niño de tres años resultó muerto cuando dos individuos dispararon tres veces un arma de fuego, mientras huían del lugar después de haber atracado a dos personas.
Una de esas balas fue la que alcanzó al pequeño Ransel de tres años, atravesándole el abdomen.
El hecho ocurrió alrededor de las 8 de la noche. El niños residía en la calle 21, del sector Valiente Adentro, en el municipio Boca Chica.
JUSTICIA
Clamor general.
La violación y asesinato de Liz María no ha hecho más que dar una vuelta a las crónicas y revisar cada hecho en los que sus autores han cortado la vida de muchos miembros de este segmento humano, desencadenando la ira de la socidad y elevando más voces que claman por un frente contra este flagelo, y se haga justicia.
Comentarios
Publicar un comentario