Por Mauricio Toribio
Arcadio Benito Rojas, amado por muchos, odiados por otros,
pero siempre fiel a sus principios y a la valoración de los hombres, mujeres o
entidad que a su juicio, eran digno de que el asumiera una defensa, por la cual
se jugaba el todo por el todo.
Radical en muchos aspectos, sobre todo en el compromiso que asumía
ante las cosas negativas, que afectaban a los más vulnerables la sociedad, sin
importar que fuera su gobierno que lo cometiera, pero también leal y fiel a sus
amigos, sin ver su posición o estatus social.
En mi caso, tengo mucho que agradecerle, ya que gracias a sus
sabios consejos y enseñanzas, me he podido abril camino en el mundo de la comunicación
y la redacción de noticias. Siempre estuvo
a mi lado, valorando e importantizando mi trabajo, y sobre todo, corrigiéndome cuando
algo hacia mal, como solo los grandes maestros saben hacerlo.
Arcadio Benito Rojas era el único comunicador que se atrevía a
decir, lo que los otros no se atreven a hacer.
Hecho que le trajo una alta tasa de rechazo, pero también una gran
popularidad y respeto.
A un año de su muerte, pocos valoran sus hazañas, poco los
mencionan, pocos se han hecho eco de sus cualidades como periodista sagaz y
comunicador capaz de decir las cosas como son y llamarla por su nombre.
Este 28 de abril, se hará una misa en su nombre en la
parroquia Sagrado Corazón de Jesús, a partir de las 5:00 pm, por lo que
esperamos que sus amigos y todo el pueblo mocano por los cuales se ganó muchos
inconvenientes, acudan.
Hoy, a pocos días de cumplirse el primer año de su desaparición
física de esta tierra, quiero hacer honor al amigo y maestro, Arcadio Benito
Rojas, por sus sabios consejos y enseñanzas.
Que Dios le haya perdonado sus pecados y lo tenga en un lugar privilegiado
en el cielo.
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