Un parentesco infantil, ágape y enfermizo. ¨La reelección no solo aplasta, pervierte¨

Por: Elba Lucia López Peña
Así no, cristalizar aventuras con una ofrenda de honor, por ser parte de la familia es deprimente. No agradecería a un pariente tan cercano a maltratar mi honra y espacio de pasión por un fanatismo incorregible.

Este tipo de conductas afectando la imagen del primero entre todos no puede ser aplaudido. Interpretando emociones e impulso mal sanos agrietan el mejor de los amores. Me resisto a creer que fue una línea ¨de acción¨, con tanta desfachatez política. Cuando niños, presumo que jugaban a la escondidas, siempre sabiendo donde estaba la mejor guarida.
Quiero creer que su discurso ¨adherido a su piel´, solo fue un espacio de paranoia, alucinación y enajenación. Vincular a empleados públicos con un pronunciamiento poco democrático es altamente alarmante. Usar el insumo para luego acabar con el producto final, es funesto. Me sentí impotente, creí escuchar ¨a lucifer¨, el ángel bueno, promocionando caos y acciones no deseadas en la colectividad.
Lucia, esto se puede convertir en un golpe fuerte a las entrañas de impaciencia del pueblo que espera que las cosas mejoren. Invalidar a tu hermano de sangre, maltratando su perfil entusiasta y conmovedor, no tiene perdón. Tu peculiar acento rebosado de ternura no convencerá; mientras estés todavía ¨en la memoria histórica de este país¨, cuando con magistral pose ¨vendiste a Nacho y su dialéctica¨. No se esclaviza a un ser que tanto se ama; contrario se engrandece por su gestión en la dirección del Estado.
Mataste su impronta, su propuesta, renunciaste a la sangre y cautivaste el odio entre sus iguales. No te detuvo la marginalidad de tanta gente, mi calidad de vida, el estado de exclusión de muchos y atrapaste una idea ¨quizás¨ equivocada de sumarte al León hasta el 2044.
¡Lamento ser mujer como tú!, no hablamos de la trivialidad de una sonrisa o un juego de plaquitas, de las travesuras incansables en la cuenta hasta diez. Acabas de lanzar misiles de incertidumbre e infortunio al corazón patrio de un pueblo que llora.
Cargaras con esa ¨mochila¨, de indiscreción hasta que la sanción ¨atrape tu razón¨.

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