Ninfas y Duendes

Por Persio Perez

Ayer apenas era hoy.
Hoy me levanto buscando el niño que se me ha perdido en medio de las tropelías de sueños inconclusos.

Hace falta un alboroto colectivo que haga despertar al Cíclope dormido y al Minotauro devorador de tantas doncellas.
Hace falta un héroe de robusta conciencia y una espada justiciera hecha con el corazón enorme de toda la humanidad.
Las bestias morirán resistidas en absurdas ambiciones y en las calles los niños volverán a jugar con balones de la paz.
El terror se fue caminando hacia un abismo para jamás volver a salir de su guarida.
Una luna de sueños reverdecidos iluminará el camino alegre de todos. Y nadie volverá a sentir tocando su puerta el puño dolido y sus cadenas.
Nadie volverá a ver un niño arropado por el frío de la madrugada tendido en una avenida ni un anciano mendigo en una esquina del mundo rogando un pedazo de pan.

Ayer apenas era hoy y hoy he vuelto a despertar.

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