Llevaba 3 años embarazada y no quería ir al doctor; pero algo extraño crecía en ella

Los embarazos suelen ser una época de dicha y mucha emoción para la familia que está por recibir al bebé. Pero a veces, esas historias se convierten en una tragedia pues la vida nos sorprende de maneras increíbles. Margaret McMahon, una mujer de Irlanda lo vivió en carne propia.

Acudió al médico porque sufría de un fuerte dolor en el abdomen y su estómago comenzaba a inflamarse. El doctor que la atendió le dijo que tenía síndrome del intestino irritable y la envió a casa, pero Margaret tenía dudas.

Ella pensó que quizá estaba embarazada por tercera ocasión, su vientre seguía creciendo e iba al baño constantemente. ¿Qué estaba pasando? Se hizo pruebas de embarazo y todas resultaban positivas… pero el supuesto “bebé” nunca nació. 
3 años después de vivir en esa situación y experimentar fuertes dolores en su cadera y espalda baja, acudió a otro hospital y se hizo estudios completos. El dolor en su vejiga era insoportable y ni hablar del dolor de abdomen, hasta que llegó el punto en el que no podía pararse de su cama y tuvo que renunciar a su empleo

Los estudios revelaron que Margaret tenía una gran masa en el abdomen, se trataba de un fibroma uterino no canceroso. Por lo general estos aparecen en mujeres de más de 30 años pero son chiquitos. Si son grandes provocan dificultad para ir al baño y mucho dolor. 

La masa de Margaret inició midiendo 18 centímetros y creció al tamaño de una sandía, al sacarla hubo que remover su útero también pero a pesar del dolor, Margaret pudo retomar su vida normal.

Tres años de sufrimiento la hicieron involucrarse en la causa para crear conciencia sobre los fibromas y que historias como la suya no se repitan, hoy lucha por el bienestar de todas las mujeres en el mundo.

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