Delincuentes no perdonan ni cercanía de residencia de ministro de Interior y Policia, para cometer atraco en Moca

Por Luis Ramón López

MOCA.- Son muchos los cuidadanos de este municipio que diariamente acuden a al Destacamento de la 29 Unidad de la Policía Nacional, a formular denuncias y querellas de que han sido objeto de la ola delincuencial de robos y atracos que mantiene a los mocanos más inquieto que una guinea tuerta.

El más reciente de los atracos sucedió la noche de este lunes cerca de la residencia del ministro de Interior y Policia, Carlos Amarante Baret, al joven fotógrafo profesional Junior Ureña Sánchez, interceptado por dos individuo abordo de una motocicleta que le apuntaron con una escopeta.

Este caso se une a los tantos hechos delictivos que suceden a diario y que azotan a la población de Moca y sus comunidades, que han cambiado el espíritu y modo de vivir de los mocanos.

El deterioro de la tranquilidad y sosiego de la ciudadania de esta pujante y trabajadora provincia, que se ha visto seriamente malograda su tranquilidad y sosiego por la grave ola de atracos y robos que en cualquier parte y lugar sin importar la hora suceden, que las autoridades policiales detengan su agitado curso.

En días recientes, el grupo de jóvenes del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC), que organizó la actividad denominada “un día sin delincuencia en Moca”, denunció el alto nivel de violencia, crímenes, robos y atracos que vienen afectado a este municipio.

En ese momento el grupo comunitario, ve como grave el clima de inseguridad que se vive en Moca, por lo que los jóvenes pertenecientes a la CDC, demandaron en este momento crucial para la población mocana de las autoridades policiales y judiciales juzgar su papel de perseguir y combatir este peligroso flagelo que mantiene en zozobra la población mocana.

El vandalismo que arropa al municipio cabecera Moca, de la provincia Espaillat, no respeta ni la cercanía de la residencia del ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret, para cometer sus fechorías, como fue el caso del joven fotógrafo Junior Ureña Sánchez, a quien los antisociales le despojaron de una motocicleta, su arma de trabajo, una cámara profesional, sus documentos personales y otras pertenecias que llevaba a la hora del atraco.