Corea del Norte prueba nuevo misil balístico en medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos
Corea del Norte llevó a cabo una nueva prueba de misil balístico en horas de la mañana de este sábado en medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos.
El misil fue disparado desde un sitio en la provincia de Pyeongan, al norte de Pyongyang, según dijeron los jefes militares de Corea del Sur.
Altos funcionarios de Estados Unidos, que también confirmaron el lanzamiento, dieron a conocer que recorrió una trayectoria de 30 a 40 kilómetros y estalló en el aire.
- Corea del Norte "lanza sin éxito" un misil desde su costa este, según Corea del Sur y Estados Unidos
La Casa Blanca dio a conocer que el presidente estadounidense Donald Trump ya fue informado de la prueba norcoreana.
Nuevo fallo
El pasado 15 de abril, Corea del Norte realizó otra prueba de misil fallida.
Pocos minutos después del lanzamiento, el cohete estalló.
El miércoles, Estados Unidos instaló equipos antimisiles en un sitio en Corea del Sur.
El Sistema de Defensa Área de Altitud Elevada (Thaad) está diseñado para disparar contra misiles balísticos de corto y mediano alcance a medida que se aproximan a su objetivo en la fase final de su vuelo.
La prueba se produce en medio de la creciente tensión entre Pyongyang y Washington, que informó del envió de una flota naval a aguas cercanas a la península coreana.
EPATillerson en la ONU
La prueba norcoreana se produjo horas después de que, en Naciones Unidas, el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, afirmó que su país está dispuesto a negociar con Corea del Norte siempre y cuando sea apuntando a eliminar el programa nuclear de Kim Jong-un.
Además, señaló de inmediato que Estados Unidos usará su poderío militar "de ser necesario".
"Dada la creciente amenaza, ha llegado el momento de que todos pongamos nueva presión sobre Corea del Norte", dijo el secretario de Estado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a tiempo de pedir a la ONU más sanciones económicas y diplomáticas contra Pyongyang..
El pronunciamiento del jefe de la diplomacia estadounidense fue respondido por China y Rusia, que señalaron que el diálogo es la única salida posible al conflicto.
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