La marcha verde y su otra realidad

Por Mauricio Toribio
No quiero ser ave de mal agüero al pronosticar que la ¨Marcha Verde¨ que se vienen desarrollando en algunos puntos de la República Dominicana, no va a tener ningún éxito, ya que las mismas están participantes personas, que fueron y siguen siendo parte del problema, o sea, en buen dominicano, son más de lo mismo.

Con esto no estoy defendiendo al partido de gobierno, que sobre ellos es que va a caer todo lo que hoy, por medio de estas manifestaciones, se está reclamando.  Esto es un asunto del sistema o forma en que se ejerce la política en el Estado dominicano, donde cada cuatro años, la antorcha del poder en que se encuba la corrupción y la impunidad, cambia de mando, o se queda montada en el mismo caballo.
Lo peor aun es que las cabezas visibles a todos estos males sociales, son los sectores políticos, en toda su dimensión, pero los peores, las cabezas que no son tan visibles y que quizás sean los que más daños hacen, son los económicos y religiosos, que son como diría un buen amigo, el poder detrás del trono, los que patrocinan, para que sus modus vivendi o estatus social siga siendo de riquezas y placeres, a costa de que la gran mayoría se los lleve el diablo, como se dice vulgarmente.
Con relación a la marcha, soy de los que estoy de acuerdo en que esta o cualquier tipo de evento que no altere el orden, que tienda a luchar por la erradicación de los factores que impiden el sano crecimiento de nuestra sociedad, se realice; pero siempre y cuando no exista dentro de ellas, ningún tipo de manchas, sombras o contaminación, de personas que hoy se quieren vestir de ovejas cuando en verdad son lobos feroces, aves de rapiñas, en espera de algún resultado positivo, para ellos querer alzarse con la gloria, y hacer más de lo mismo que hoy están reclamando.   
Si queremos cambio, si queremos fin de la impunidad y la corrupción, debemos comenzar por hacer marchas o manifestaciones serias, que no estén avaladas por sectores oscuros, de poder o que alguna vez estuvieron en la posición de los que hoy critican.
El pueblo dominicano se merece casarse con la gloria, son muchos siglos de desgracias, vividas gracias a un sistema político y personalista que solo busca lucrarse de la ingenuidad de gentes laboriosas como nosotros, que solo anhelamos vivir en un país libre, seguro y con igualdad de condiciones para todos.
Vamos a librar la lucha en contra de la impunidad, la corrupción y de todos los males que acarrea nuestra sociedad, que de una forma u otra, estrangulan la posibilidad de tener el país que Duarte, Sánchez, Mella, Luperon y otros tantos mártires, dieron sus vidas para que los dominicanos y dominicanas de sus presentes y el futuro, pudieran vivir.
Pueblo dominicano, dile no a la impunidad, la corrupción y todo mal social, pero también dile no a aquellos que te están utilizando, disfrazándose de santos, cuando en verdad son mas de los mismos y que solo están tratando de pescar en ríos revueltos para ellos llegar a la cúpula del poder y desde allí, hacer más de lo mismo.

Despierta pueblo dominicano, no abandone tu lucha, pero ten cuidado al lado de quien la libra.

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