Indigentes y pedigüeños llenan calles de Moca, en busca de dádibas

Por Nicolás Arroyo Ramos
MOCA.- Los pedigüeños y mendigos que llenan las calles de Moca, se radican diariamente en las esquinas de los semáforos y visitan con frecuencia, tiendas, salones de belleza, clínicas, hospitales, oficinas públicas y privadas, cafeterías, colmados, supermercados, almacenes, surtidoras y ferreterías buscando encontrar personas generosas que les suplan algún dinero para cubrir algunas necesidades esenciales.

Como si se tratara de una labor obligada del diario vivir, cada uno de los estos desheredados de fortuna material y pedigüeños de Moca, se ubican cada uno de los lugares más estratégicos de la comunidad, buscando encontrar aquellas personas dadivosas que les proporcionen algunas monedas que les sirvan para cubrir necesidades de alimentos y otras prioridades cotidianas.
Aunque parezca una exageración, pero para decirlo de una manera precisa y literal “Moca se ha estado llenando de indigentes y pedigüeños”, los que abundan por doquier, aparecen en cualquier lugar y siempre te sorprenden con aquellas clásicas frases: “Señor, ayúdeme…, “Señor, deme algo para comer…, “Deme algo que estoy enfermo”, entre otras que buscan sensibilizar a las personas para que se desprendan de algún dinero.
Los que piden diario en las calles de Moca, muchos provienen de ciudades vecinas como Santiago, La Vega, Salcedo y San Francisco de Macorís que llegan a esta comunidad buscando se favorecido de la fama y acción de generosidad de los mocanos, la mayoría de los cuales se caracterizan porque les gusta ayudar a las personas que más necesitan.
Entre los pedigüeños e indigentes que abundan en Moca, existe una alta población de jóvenes de los diversos sexos, algunas de las cuales eran conocidas como personas normales, pero que cayeron en problemas adicción a las drogas. La situación es tan tétrica que algunos de estos se hacen hasta los enfermos para pedir y sorprender como incauto a las personas que pasan por estos lugares.
Muchos de los que piden en las calles de Moca, son nativos de esta localidad, pero otros llegan desde ciudades cercanas como Santiago, La Vega, Salcedo y hasta San Francisco de Macorís. Se ubican en puntos estratégicos del municipio desde tempranas horas de la madrugada y hasta altas horas de la noche.

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