Protestas y filtraciones en inicio de convención

AP
Filadelfia
Hillary Clinton y Bernie Sanders unieron fuerzas ayer lunes con urgencia para apaciguar la inconformidad entre sus partidarios, dentro de los intentos demócratas para impedir que sus pugnas internas opaquen la primera pasarela de oradores de alto calibre en la convención nacional, entre los que se incluye la primera dama Michelle Obama.  

Se desconocía de momento si los esfuerzos de los otrora contrincantes serán fructíferos. Los gritos a coro de “Bernie” retumbaban en el escenario de la Convención Nacional Demócrata, y había abucheos cada vez que se mencionaba el nombre de Clinton.
Afuera del recinto, centenares de seguidores de Sanders marcharon bajo un intenso calor por las calles de Filadelfia mientras gritaban “nominen a Sanders o se perderá en noviembre”.
Mucho del programa de ayer lunes parecía diseñado para dar a los partidarios de Sanders una oportunidad para expresar su frustración antes de que la convención se centre en los oradores que apoyan decididamente a Clinton, como la primera dama Michelle Obama.
Sanders estaba agendado para dar el discurso de cierre de la jornada. Para Clinton, fue el comienzo turbulento de una reunión histórica de cuatro días, que terminará con el anuncio de que ella será la candidata presidencial demócrata, la primera vez que una mujer es la aspirante a la Casa Blanca por una de las principales fuerzas políticas en Estados Unidos.
También pareció restar algo de energía a Clinton tras la caótica convención del republicano Donald Trump de la semana pasada y la presentación de su compañero de fórmula, el senador por Virginia Tim Kaine, que tuvo buena acogida.
Sanders se apuntó una victoria importante debido a la renuncia forzada de la presidenta del partido, Debbie Wasserman Schultz, después de que se dieran a conocer unos correos electrónicos en los que se muestra que sus subordinados favorecieron a Clinton durante la contienda interna a pesar de compromisos de neutralidad. Sin embargo, los colaboradores de Sanders llegaron en la tarde de ayer hasta el equipo de campaña de Clinton para manifestar que la salida de Wasserman Schultz es insuficiente para impedir que simpatizantes interrumpan la convención, de acuerdo con un funcionario demócrata.
Tras las conversaciones entre ambos bandos demócratas, Sanders envió correos electrónicos y de texto a sus partidarios en los que les solicita que no efectúen protestas.
“La credibilidad de nuestro movimiento sufrirá con los abucheos, si damos la espalda, nos retiramos o actos similares”, escribió Sanders.

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