Por Roberto Caraballo
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha dominando el certamen electoral en las últimas seis
elecciones y la provincia Espaillat ha hecho grandes aporte en cada uno de esos
escrutinio en que el país ha sido convocado exceptuando la realizada en el año
2006 en la cual no pudo salir airoso, pero si en el municipio cabecera, siendo
esta la segunda ocasión en que se ha ganado la alcaldía de la ciudad de moca en
los cuarenta y dos años de existencia de la organización creada por el profesor Juan Bosch, la primera fue en
1990.
Los conflictos internos
tanto político como personales llevado a cabo por las dos tendencia que
hoy se diputan el liderazgo de dicha
organización política, han abierto herida tan profunda que a pesar de que el
PLD ha ganado la provincia con más del 50% de los votos en las elecciones celebrada
en los años 2010 y 2016 en el municipio cabecera se ha mordido el polvo de la
derrota y en cada una de ella ha salido a relucir el fantasma de la traición
por parte de ambas tendencia.
Luego de terminado los
boletines de la Junta Central Electoral y declarado ganador el doctor Ángel
López por el debutante Partido Revolucionario Moderno (PRM) y reconocida la
derrota por el actual gobernador y ex aspirante a la misma posición Lic. Dilone
Ovalles los ataques y acusaciones de traición e imposición están a la luz del
día.
Las imposiciones de
candidatura no son saludable y más aun si la persona elegida no goza de la
simpatía de la mayoría de los seguidores de un determinado partido político,
usted como “dirigente” político puede decir que cierto candidato representa de
forma genuina y autentica los ideales de su partido, pero también se debe
entender que quienes van a las urnas son lo que eligen a quienes deben
representarlo y como dijo en varias ocasiones el dirigente y miembro del comité
político del partido gobernante Doc. Jaime David Fernández Mirabal que lo
importante no es que usted aspire sino que a usted lo aspiren.
Desde esta tribuna le
pedimos a cada uno de esos “dirigentes” que usen la sensatez y la prudencia y
dejen de lado su egoísmo y su ambición de liderazgo frustrado y que piensen en
su organización y no en su yo propio, que dejen que sean las bases del partido
quienes elijan a quien ellos quieran que lo representen, que piensen mas en lo
que le conviene a su partido, a su ciudad, a su provincia y la república, que
recuerden que ellos pasaran mas el partido seguirá vigente por muchos años más.
Permítanme recordarle estas bellas palabras escrita por su profesor. Servir al
partido para servir al pueblo.
Recuerden señores
“dirigentes” que pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.
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