Por
Mauricio Toribio
Moca.-
Arcadio Benito Rojas, a dos años de tu partida, tus recuerdos vive en mí. Me enseñaste con tus pleitos y forma
peculiar, a combatir con altura todo mal.
Podrán
pasar mil años y tus recuerdos seguirán latentes en mi corazón, porque gracias
a ti, a lo aprendido, a lo vivido, a tu entrega y dedicación, hemos logrado
calar cada día más, el escalón de éxito en la política y los medios de comunicación.
A dos
años de tu partida tus ejemplos de vida consagrada a un periodismo sano,
integro y objetivo, se han afianzados en mi vida como un molde, para la reproducción
de trabajos serios y creíbles que nos permitan, como a ti, transitar el camino del
reconocimiento en la comunicación dominicana.
La
ingratitud de muchos, no permiten reconocer tus cualidades y valores, a tal
extremo que ni siquiera se acuerdan que un día como hoy, partiste de este
mundo, pero que desde el cielo, continua redactando lo que allí acontece.
Con
tus propuestas diarias, informaba y enteraba a tu estilo, a todos los mocanos,
sobre el acontecer del día a día, que extraña esa forma objetiva y peleona de
comunicar.
Arcadio
Benito Rojas, desde donde te encuentres, quiero que sepas, que te sigo llevando
en mi corazón y sigo, a pesar de tu ausencia y el tiempo transcurrido, orgulloso
de que en vida me hayas distinguido con tu amistad.
Tu
nombre, en cualquier escenario en que me encuentre, será resaltado como el gran
ser humano y gran amigo y gran maestro que fuiste. Que Dios te hayas perdonado tus pecados y te
tenga en un lugar privilegiado del cielo.
Gracias
Arcadio por haber sido mi amigo por todo lo aprendido de ti. Podrán pasar muchos años más, pero siempre te tendré
presente.
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