Polonia estudiará la veracidad de documentos que afirman que Walesa era espía

EFE
Varsovia
 El Instituto de la Memoria Nacional de Polonia (IPN) anunció ayer una investigación sobre la veracidad de unos documentos recién difundidos según los que el expresidente Lech Walesa colaboró con los servicios secretos comunistas en la década de 1970.

El presidente del IPN, Lukasz Kaminski, informó de que se analizará la documentación para aclarar si se trata de archivos falsificados, como ha denunciado el propio Walesa, quien niega haber sido informador a sueldo de la policía política comunista.
Walesa, premio Nobel de la Paz, ha dicho que "los oficiales de los servicios secretos falsificaron los recibos de dinero por parte del agente Bolek", pseudónimo con el que él habría colaborado con las autoridades del régimen.
Los polémicos documentos que incriminan a Walesa han salido a la luz después de años en poder del general Czesary Kiszczak, último ministro del Interior del Gobierno comunista, quien falleció el pasado mes de noviembre.
Tras hacerse con ellos, el IPN, una institución pública encargada de investigar el pasado comunista y bajo ocupación nazi, se apresuró a hacer público su contenido y a afirmar su autenticidad.
Algunos historiadores, como Piotr Gontarczyk y Slawomir Cenckiewicz, ya habían sostenido que Walesa, líder del sindicato Solidaridad y expresidente de Polonia tras la caída del comunismo, fue espía de la policía del régimen.
Esos dos historiadores identificaron a Walesa con "Bolek", un agente que a finales de los años setenta habría sido captado por los servicios secretos y les informara durante varios años de las actividades subversivas de sus compañeros de los astilleros de Gdansk (norte de Polonia), presuntamente a cambio de dinero.
Gran parte de las supuestas evidencias de que Walesa fue "Bolek" se perdieron en los años noventa, con la llegada de la democracia, cuando el líder de Solidaridad se convirtió en el primer presidente del país tras la caída del Muro de Berlín.

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