Una Deportación Bajo Presión


Por.- Roberto Caraballo

Según nuestro representante de la Dirección General de Migración en la zona fronteriza de la provincia de Dajabón, teniente coronel Robinson Carbonel, del 1 al 9 del presente mes de septiembre se han deportado 395 indocumentados haitianos, de los cuales el 95% son masculinos y mayores de 18 años de edad.
Carbonel aclaró que migración no trabaja con menores de edad ni mucho menos con mujeres, sobre todo si estas están embarazadas, eso quiere decir que les estamos abriendo las puertas de nuestro país a todas esas mujeres en estado de gestación que quieran venir a depositar sus criaturitas en los hospitales de nuestro destartalado sistema de salud.
Esta medida tomada por nuestra Dirección General de Migración de no deportar a menores de edad y mujeres embarazadas, no solo afecta el sistema de salud sino que le crea un problema sin precedente a nuestro sistema educativo y  laboral, ya que estos están en detrimento desde hace varias décadas.
Queremos felicitar al ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul (monchy) jefe inmediato del Director General de Migración, mayor general Rubén Darío Paulino Sem por su ejemplar labor al frente de ese ministerio, una labor ejemplarizadora, violadora de la constitución y las leyes dominicana al más alto nivel.
Es por esto que la debilidad de las autoridades dominicana está siendo elogiada por el canciller haitiano Lener Reanuld, quien la ha definido como un cambio en el comportamiento y este sugiere incluso que tal actitud sea incluida en un protocolo para las deportaciones de los indocumentados haitianos.
Las deportaciones dieron inicio el 15 de agosto pasado y hasta la fecha se han deportados varios cientos de los millones que viven en los campos y ciudades de nuestro país, de manera ilegal, que son visto por todos, menos por las autoridades de migración que se hacen de la vista gorda ante la gran oleada de haitianos que día a día cruzan la frontera.
Y por si todo esto fuera poco, las pocas deportaciones que se hacen, están siendo supervisadas por el embajador de los Estados Unidos James Brewster quien ha visitado dos veces el centro de acogida para los deportados, ubicado en Haina y este ha advertido que no permitirá el maltrato de los haitianos.  Hasta donde hemos llegados, como es posible que nuestras autoridades acepten las intromisiones de los embajadores acreditados en el país.

Las autoridades migratoria de este país, dan pena, lastima y vergüenza.         

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