por:-Roberto Caraballo
tribunasocial@hotmail.com
Un país con instituciones que se respecten no puede fundamentar su desarrollo económico en el sentimiento humano de
aquellos ciudadanos violadores de la ley migratoria, que penetraron de manera
ilegal por la frontera de una determinada nación.
En el continente americano
la mayoría de sus pobladores son inmigrantes debido a la llegada de los europeo
en 1492 procedente por primera vez del Estado español y luego de la mayoría de
los países que conforman el continente europeo y otra gran mayoría del
continente africano. La migración casi siempre ha tenido un objetivo básico,
una mejor calidad de vida.
Nuestros ciudadanos
dominicanos han emigrado a diferentes países buscando el sueño americanos, me
refiero a lo que emigran a los estados Unidos de Norteamérica y otros a los
diferentes países del resto del continente americanos. Existe una gran cantidad
de ciudadanos dominicanos en las diferentes naciones europeas principalmente en
España que es donde se concentran la mayoría de dominicanos en ese continente.
Como dice un viejo adagio,
los dominicanos aparecen hasta en la sopa refiriéndose que en cualquier parte
del mundo hay un dominicano, si nos ponemos analizar donde se encuentran la
mayor cantidad de ciudadanos nuestro alrededor del mundo es precisamente en
aquellos países donde su economía le permite desarrollarse económicamente y vivir
con un poco de dignidad, fuera de la tierra que le vio nacer.
Es muy cierto que tenemos
muchos ciudadanos nuestro en diferentes playas extranjera, pero también es
cierto que la mayaría de ellos viven de manera legal y lo que no lo están tiene
en su país de origen un registro civil que le abala como ciudadanos dominicanos
con todos sus derechos constitucionales.
Lo mismo no ocurre con nuestro país vecinos,
que viene a nuestro país en avalancha irrespetando nuestra frontera, nuestras
leyes y nuestra constitución a instalarse en nuestro territorio y a exigir
derechos y obligaciones que no le garantiza su Estados, ya que viene aquí sin ningún
tipo de documentos porque en su país no existe la cultura del registro civil,
es por eso que el Profesor Juan Bosch lo definió no como un Estados, sino como
un conglomerado humano
Todo inmigrante busca una
mejor calidad de vida, pero tiene que someterse a las leyes normas y costumbre
de ese determinado país, no querer llevar sus normas y su costumbre como si ese
país al cual ha llegado esta obligado a adaptarse a él y no el adaptarse al país
que ha llegado.
El plazo para la regularización
de extranjero ha llegado a su final y vencido este plazo comienzan las
repatriaciones de indocumentados que no lograron tener la documentación necesaria
para adherirse al plan de regularización de indocumentado. El que no se inscribió
lamentablemente tendrá que irse ya sea de manera voluntaria o involuntaria,
pero de que se van se van, aunque muchos organismos internacionales y traidores
nacionales no quieran.
Es innumerable la cantidad
de nuestros ciudadanos que llegan deportados anualmente de diferentes partes
del mundo, especialmente de los Estados Unidos y España y como paradoja del
destino ningún dominicano puede cruzar la frontera dominico haitiana sin ser
detenido revisado y hasta apresado, si no tienen la documentación que exige el Estado
haitiano para penetrar a su territorio. A nosotros se nos exige cumplir sus
leyes. Y yo me pregunto y la leyes nuestras que son. acaso solo un pedazo de papel.
Dicen los organismo
internacionales que no aceptaran deportaciones masiva, pero ellos entraron a
nuestro territorio de manera masiva, y eso mismo organismo que defienden a los
haitianos, no dicen ni esta boca es mía cuando desde diferentes partes del
mundo nos llegan aviones repletos de ciudadanos dominicanos, pero eso no es
importante ya que los importantes para ellos son los haitianos.
Este es un país pobre con
muchas precariedades y si lo poco que tenemos lo compartimos con los haitianos
nos jodimos todos y este país será tierra de nadie y será invadido por potencia
internacionales, como los Estados Unidos, Canadá y Francia , que son los único responsable
de la desgracia que ha arropado al pueblo haitianos por cientos de años.
Antes de pedir clemencia por
los haitianos, pensemos un poco en la gran mayoría de dominicanos pobre con
muchas necesidades, los dominicanos necesitamos
vivir en un estado libre sin injerencia de ningún Estado, como así lo soñó Juan
Pablo Duarte.
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