Salsipuedes: Una injustia histórica, una dantesca realidad social en Moca

Por David Balcácer Castillo
Moca.- Este desgraciado drama afecta a más de 5000 seres humanos en proceso de extinción existencial, coexisten en ese infierno, lo que arroja una medida habitacional de 6.5 personas por cada vivienda. Drogas, prostitución, promiscuidad, embarazos prematuros en niñas de apenas 12 años, analfabetismo, violencia, ruidos estridentes y la proliferación de plagas y insectos vectores, son los elementos dominantes en un conglomerado casi sub humano Salsipuedes.

Cuyas condiciones vivenciales son inferiores a la que exhiben las piaras modernas (o granjas de cerdos), las cuales abundan en este municipio.
Desaparecida la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, en el 1961, se inicia en el país un indetenible proceso migratorio rural-urbano, cuyas secuelas aun contribuyen a transformar los esquemas urbanísticos de las principales ciudades de nuestra geografía nacional. De ese lamentable proceso, Moca no podía ser la excepción. En el contexto de una realidad económica trazada por la necesidad de  la búsqueda  de supervivencia, centenares de familias rurales   de la provincia Espaillat empiezan a poblar un área restringida de una bolsa topográfica muy reducida de terreno, donde nació la hoy vergüenza sociológica habitacional, conocida con el patético y realístico nombre de:”Sal si puede”.

Esta dantesca realidad social podemos observarla en una superficie de terreno, de alrededor de 0.85 Km2 o sea, casi dos veces el tamaño de un play de Beisbol convencional, allí se hacinan unas 784 Unidades de viviendas. Esta dramática situación usted puede sentirla a cien metros del centro de la ciudad, entre las avenidas José Horacio Rodríguez y Duarte. O tan cerca de la Gobernación Provincial y del Ayuntamiento Municipal.

Esas unidades habitacionales, construidas sin orden ni concierto, presentan un cuadro aterrador. Los materiales utilizados para edificar las destartaladas viviendas provienen, en su mayoría, de desperdicios: latas, planchas de zinc, cartones, entre otros. La carencia de servicios municipales elementales, como agua potable, energía eléctrica regulada, desagües sanitario, recogida de basura, sanitación, son elementos desconocidos en ese entorno. El barrio aporta a la cárcel pública de Moca más del 5% de sus internos. ¡Qué gran record! El conjunto de viviendas descritas apenas dispone de unas 56 Unidades sanitarias de descarga por agua, mientras que las necesidades fisiológicas de la población son realizadas en apenas 97 letrinas colectivas.

A estos desdichados moradores de Sal si puede, los políticos de las diversas parcelas y de colores partidaristas le han ofrecido villas y castillas. Lo curioso del caso es que solo se recuerdan de ellos, en los procesos de campañas electorales o cuando una agencia internacional (española) ofrece ayuda económica para ir en auxilio y socorrer a esos hijos de machepa. El gobierno central en definitiva tendrá la última palabra. Y hareis justicia.

Autor abogado y comunicador.

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