Por Luis Ramón López
Moca.-Un arte artesanal propio de los mocanos, que se elabora en talleres con el barro, en la comunidad del Higüerito, donde manos expertas tallan con sus diestras manos una simbología del arte ancestral de nuestros aborígenes.
En el Higüerito, un distrito municipal del municipio de Moca, cada hogar es un taller en los que se elaboran bellas y apreciadas piezas que se exhiben y venden en importantes instituciones comerciales en el país y el extranjero. La muñeca sin rostro del Higüerito Moca, constituye una pieza importante en el arte nacional.
A recorrido el mundo y exhibido en ferias turísticas de Alemania, EE.UU. Suecia, Holanda, España y otros grandes centros de artes en el mundo.
Las artesanas, en su mayoría son mujeres expertas en moldear esas figuras hechas del barro, que es una mezcla arcillosa de arena y tierra rojiza, se ha constituido en una verdadera empresa generadora de empleos.
El doctor Joaquín Balaguer en sus gobiernos empujó para el desarrollo y promoción de la muñeca sin rostro, e igualmente otros gobiernos mostraron su interés. En los gobiernos del ex presidente Leonel Fernández, la comunidad del Higüerito recibió grandes beneficios y aportes.
La Asociación para el Desarrollo de la Provincia Espaillat, fue una de las instituciones que más aportes al desarrollo y promoción de la industria del barro hizo en el Higüerito, con asesoramientos y financiamientos con asesoría de entidades extranjeras, que sirvieron de puente para su internacionalización.
El Higüerito desde el siglo pasado era una comunidad dedicada a la fabricación de ollas, tinajas, cachimbos y otros objetos del barro. Fue a comienzo de los 70 que se comenzó la elaboración de la muñeca sin rostro de mano de la familia Carela.
El impulso comercialmente lo impone la diseñadora Liliana Mera, que procesa una marca llamada “Lime”, con detalles, diseños y colores.
Noarte, para la década de los 90 da a la muñeca sin rostro un nuevo cambio o giro teniendo en cuenta que cada detalle debe ser un discurso de lo que representa la dominicanidad y la coloca nuevamente en escenarios internacionales con el objetivo de fortalecer esta tradición artesanal y despertar el interés por la historia que lleva consigo este producto.
La muñeca sin rostro se ha convertido con el tiempo en un símbolo nacional para orgullo de los mocanos.
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