Empresario pide a gobierno cambiar viejos esquemas en la agricultura para garantizar seguridad alimentaria de dominicanos para los próximos 25 años

Por Luis Ramón López

MOCA.- El campo dominicano necesita “una revolución que emule al agricultor” parecida a la que lleva el gobierno en el área de la educación, con el que la República Dominicana,  podría estar preparada ante la inminente escacez de productos agropecuarios que afectaría el mundo en los próximo 25 años.

La advertencia la hace el empresario agropecuario agrónomo Ramón Santana Rodríguez, quien  asegura que con una verdadera transformación del campo, el país estaría en condiciones de enfrentar el déficit alimenticio que se avecina.

“Nuestra recomendaciones para que esa “revolución” sea eficvaz, es cambiando los viejos esquemas, adaptandolos a los tiempos y a la tecnologia, como se ha dado en países como Colombia, Brasil, Costa Rica, entre otros, que sí realmente han hecho cambiar el rumbo de la agropecuaria”, expuso el presidente de la empresa Agrosaro, distribuidora de los fertilizantes, agroquímicos y abonos Fersan.

Dijo que si nos preparamos llevando la tecnologia, los recursos y las estructuras que permitan al agricultor vivir con dignidad de la tierra y el surco intengrando a todos los sectores, estariamos como país en capacidad para garantizar la seguridad alimenticia del pueblo dominicano.

Es verdad, manifestó Santana Rodríguez, que en los próximo 25 años habrá un aumento del poder adquisitivo de la gente lo que provocará una gran escacez de comida.

“Para el 2030 américa latina tendrá 130 millones de personas más que en la actualidad, lo que nos llama poner más atención al campo, pero modernizando y tecnificando sus viejos esquemas y para que las escuelas de agronomia de las universidades vuelvan de nuevo a rescatar esa carrera”, consideró el empresario mocano.

Santana Rodríguez, mostró también su preocupación de como se incrementa en las camunidades rurales  el consumo y venta de drogas, de barras, prostitución, la delincuencia, lo que podría poner en peligro que esa revolución llegue al campo.

Atribuyó esa descomposición a la poca atención y a la desigual social que prevalece en el campo dominicano, donde no hay oportunidades para la juventud, la mujer, la niñez, los envejecientes y muchos menos para el agricultor.

Es por eso, que abogamos por “una verdadera revolucion del campo dominicano”, para que situaciones como la expuesta no sigan incrementándose en perjucio de la producción nacional.